Aquí tenéis las respuestas de Harry Stoddart a las preguntas realizadas por algunos lectores del blog y por Blogdisidente. Los temas tratados incluyen si es posible convencer a un granjero convencional para que se pase al «lado ecológico», cuál es la rentabilidad económica de una explotación ecológica, y si es cierta la idea de que para poder alimentar a toda la humanidad es necesario adoptar una dieta basada exclusivamente en plantas, entre otras. Podéis también consultar aquí la entrevista con Harry Stoddart. Desde Blogdisidente agradezco a Harry su generosidad y disponibilidad, y le deseo lo mejor en la próxima publicación de su libro. Mil gracias también a Pau y Jose Crespo por enviar sus preguntas.
Antes de nada, muchas gracias por atender las preguntas de los lectores de blogdisidente. Vivo en una zona con mucho cultivo de cereales en secano. La mayoría, sinó todos, se dedican al cultivo industrial (tienen verdadera afición al glifosato, lo usan como si fuera agua) y salta a la vista que los suelos están perdiendo vitalidad año tras año, habiendo campos que sufren graves problemas de erosión; sin embargo, casi todos los huertos domésticos los trabajan con métodos ecológicos, parece que lo que vale para una cosa, no les vale para otra. ¿Que estrategia de aproximación podrías aconsejar para ayudar a que estos agricultores diesen el salto? ¿Que argumentos fueron los que te convencieron a ti para reformar tus métodos de trabajo? (Pregunta de Pau)
Gracias por la pregunta. Mi propia transición fue el resultado de muchas pequeñas decisiones y observaciones, nunca “dí el salto”. Nadie intentó convencerme de que era “lo correcto”. Una vez durante una visita a unos cultivos locales escuché a un vecino hablar sobre los márgenes que dejaban los cereales ecológicos. En ese momento estábamos pasando por dificultades financieras y acabábamos de alquilar unas tierras que podían ser certificadas como ecológicas de forma inmediata en lugar de tener que esperar tres años. Probamos primero en 50 hectáreas y después fuimos haciendo la transición del resto de las tierras en porciones manejables a lo largo del tiempo. Mi transición más allá de los cereales ecológicos, a la cría de ganado basada en pastos, fue una decisión alcanzada con el tiempo también. Podía ver como nuestros métodos de producción ecológica estaban causando problemas de degradación del suelo y me dí cuenta de que añadir ganado ayudaría. También llegué a un punto en el que cabalgar en mi tractor John Deere no tenía ya ninguna gracia. Nuestras 1000 hectáreas de cereales ecológicos estaban esparcidas a lo largo de 130 km de punta a punta. Pasarnos a la cría de ganado significaba poder tener un producto que podíamos vender al por menor y que nos podía dar mayores beneficios netos por hectárea en un terreno más pequeño.
No sé cómo de bien se traducirá el refrán en inglés “A man convinced against his will, is of the same mind still” [N. del T. Esta frase viene a decir que si se convence a alguien a hacer algo en contra de su voluntad, esta persona seguirá teniendo la misma opinión que al principio]. Lo mejor que puedes hacer para ayudar a que ocurra el cambio es apoyar a los granjeros que ya hayan cambiado y asegurarte de que tengan éxito. La presión social para permanecer en el lado convencional de la agricultura es considerable. Si un granjero continua haciendo lo que siempre ha hecho, tiene compañeros con los que compadecerse. Éstos tendrán las mismas dificultades que tiene él. No tendrá que cargar con las consecuencias de sus acciones. Sin embargo, si cambias y tienes dificultades, la gente conectará las dificultades a la decisión de cambiar. Incluso si el cambio es un éxito, la gente le recordará al granjero las cosas que no funcionaron. En el libro doy varios ejemplos de lo bien que se lo pasaron mis vecinos a mi costa.
Mi pregunta para Harry es: ¿Qué recursos (libros, páginas webs, revistas, etc) recomendaría a un agricultor o ganadero convencional que estuviera interesado en transformar su explotación en una explotación más ecológica o sostenible? (pregunta de Blogdisidente)
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Holistic Management de Alan Savory. Algunos de sus materiales están disponibles gratis para descargar en la página web de Holistic Management internacional.
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El libro Sepp Holzer’s Permaculture, de Sepp Holzer.
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La revolución de una brizna de paja, de Masanabo Fukuoka. Hay una versión impresa por una editorial India que tiene un prólogo escrito por un señor que trabajó en la granja japonesa y después utilizó los principios en una granja en la India.
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Stockman Grass Farmer (revista)
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Los primeros libros de Joel Salatin sobre sistemas de producción. Sus últimos libros son esencialmente broncas.
Desde el punto de vista de la rentabilidad económica ¿Es más rentable la explotación “convencional” que la ecológica? (pregunta de Jose Crespo)
A largo plazo creo que la diferencia la marca la gestión, no el hecho de ser una explotación ecológica o convencional. Un buen gestor puede sacar beneficios de ambos sistemas y un mal gestor no tendrá éxito con ninguno de los dos. La rentabilidad de una granja tiene más que ver con las habilidades del granjero que con el hecho de ser ecológica o convencional. En los últimos años los altos precios de las materias primas han resultado en grandes beneficios para los granjeros convencionales, asumiendo que no hayan sido impactados por alguno de los eventos meteorológicos extremos que se han vivido por todo el mundo.
El verdadero beneficio de la agricultura ecológica no está incluido en el típico balance de beneficios y pérdidas. Muchos de los beneficios de la producción ecológica no se observan a corto plazo ni se los lleva el granjero. Una menor carga de fósforo en los acuíferos, reducir los riesgos provenientes de la fabricación y uso de pesticidas, la reducción en la práctica del fracking para la extracción de gas natural, etc, son beneficios directos a largo plazo de la agricultura ecológica a la sociedad y ninguno de ellos aparece en el balance de beneficios y pérdidas del granjero.
Y desde le punto de vista legal y burocrático, ¿Cuál de las dos da más quebraderos de cabeza? (pregunta de Jose Crespo)
Sin ninguna duda, la explotación ecológica. Cada producto ecológico que abandona mi granja tiene que ser trazable hasta el campo donde se sembró.
Los libros son inspeccionados cada año por un organismo independiente. No hay nada remotamente parecido en el sistema convencional.
¿Cuál crees que es el motivo principal por el que los granjeros no se pasan de la agricultura “convencional” a la ecológica? (pregunta de Jose Crespo)
La mayoría de las personas necesitan una fuerza externa importante para hacerles llevar a cabo un cambio significativo en su vida. Esto es especialmente cierto si el cambio va en contra de las normas aceptadas por la sociedad. Con los granjeros es exactamente igual. La presión de los compañeros es incluso mayor porque la mayor parte de tu trabajo está expuesta a las miradas de tus vecinos. Además hay unos cuantos años de austeridad durante la transición en los que tienes que utilizar métodos ecológicos pero vender a precios convencionales. Además, la tierra no se repara de forma instantánea, hace falta tiempo para que los procesos biológicos se puedan restablecer.
¿Sabes de algún estudio que haya investigado si sería posible alimentar al mundo utilizando prácticas agrícolas ecológicas o regenerativas? (pregunta de Blogdisidente)
Éste es un artículo de Barry Estabrook publicado en The Atlantic que responde a esta pregunta directamente proporcionando enlaces a varios estudios que demuestran que sí es posible:
http://www.theatlantic.com/health/archive/2011/12/organic-can-feed-the-world/249348/
Sin embargo, creo que esa no es la cuestión. En esa pregunta está implícita la suposición de que la agricultura convencional sí puede alimentar al mundo. La agricultura convencional a día de hoy está acabando con las reservas de agua, de combustibles fósiles, de minerales, de materia orgánica en los suelos y con la biodiversidad. La agricultura convencional claramente no puede continuar. Debemos buscar alternativas. La agricultura ecológica no es la respuesta completa pero es un buen lugar para comenzar la conversación. La agricultura es a día de hoy una de las principales causas del cambio climático. Pero podría ser la herramienta más importante para pararlo. La agricultura gestionada adecuadamente podría convertirse en una trampa de carbono masiva. Pero para llegar hasta ahí tendría que apartarse de la agricultura basada en cultivos anuales y acercarse a un sistema basado en especies perennes.
¿Cuál es tu opinión acerca del argumento de que una dieta vegana sería la solución para alimentar al mundo? ¿Crees que es posible una agricultura sostenible basada exclusivamente en plantas (sin utilizar animales para aportar abonos o como controles para las plagas)? (pregunta de Blogdisidente)
Tengo un capítulo en el libro titulado “El dilema del vegetariano”. La mayoría de los argumentos en favor de una dieta vegana comienzan con las calorías y el agua que se malgastan alimentando animales. Sin embargo, hay varios factores que suelen quedar fuera de la discusión.
Primero, la producción de vegetales destruye el suelo tanto en producción convencional como en producción orgánica. Esa cantidad de arado no es sostenible. En norte América, el 40% de nuestros vegetales se producen en lo que esencialmente es un desierto en California, utilizando trabajadores ilegales.
El segundo argumento que no se menciona es el hecho de que los animales tienen la capacidad de asimilar la energía almacenada en las praderas, donde no se puede cultivar alimentos de forma sostenible. Necesitamos cambiar la manera en que practicamos la agricultura. Los rumiantes deben volver a ser alimentados con forrajes, y a pastar directamente tanto como sea posible. Los pollos y los cerdos pueden convertir los flujos de desperdicios provenientes del sistema alimentario en energía y proteína consumible por los humanos. Debemos volver a la práctica de alimentar a pollos y cerdos principalmente con productos de desecho del sistema alimentario.
Tercero, la única manera de recuperar las tierras que estamos perdiendo debido a la desertización es utilizando animales de pastoreo. Para más información, véase lo que Alan Savory está consiguiendo con el Manejo Holístico en el Insituto Savory y en el Centro Africano de Manejo Holístico [N. del T. podéis ver aquí un vídeo de Alan Savory].
Finalmente, debemos dejar de pensar en los productos de la agricultura y empezar a pensar en el sistema como captador de energía solar. Si miramos a nuestro alrededor vemos que los ecosistemas, que capturan increíbles cantidades de energía solar y generan enormes cantidades de biomasa, no están compuestos exclusivamente de plantas. Si nos ceñimos a una dieta estrictamente basada en alimentos de origen vegetal, estaremos malgastando una gran cantidad de “calorías solares” capturadas por plantas que no son comestibles por los humanos pero sí necesarias en el ciclo de ciertos nutrientes como el nitrógeno. No podemos regenerar el planeta sin incluir animales en la agricultura.
¿Crees que los consumidores con bajo presupuesto pueden tener acceso a alimentos producidos de forma sostenible? ¿Qué estrategias sugerirías para estas personas, si realmente quieren comer alimentos saludables? (pregunta de Blogdisidente)
Hay varios problemas englobados en esa pregunta. El primero es si la agricultura debería ser responsable de resolver lo que básicamente es un problema de ingresos. El segundo es por qué los alimentos menos sostenibles son más baratos. Y finalmente, cómo puede la gente alimentarse mejor con el presupuesto del que disponen. Como sociedad es habitual que proporcionemos subsidios para la vivienda de individuos con escasos ingresos. No veo por qué no debería haber un subsidio también para la comida. A la sociedad le interesa que los individuos con bajos ingresos tengan la dieta más sana posible ya que normalmente la sociedad también ha de pagar sus gastos sanitarios. Si retrocedemos un poco, la principal razón por la que la comida “basura” es más barata es que los gobiernos han interferido en el mercado de la agricultura y bajado los precios de los cereales durante los últimos 50 años. Las calorías se han abaratado artificialmente desde la segunda guerra mundial. Si se permitiera que los mercados se “resetearan”, la disparidad no sería ni de lejos tan grande. Pero hemos de vivir con la realidad que tenemos.
En cuanto a las estrategias, éstas dependerán de la situación concreta de cada persona. El primer paso sería aprender a cocinar, ya que así se pueden reducir costos de forma significativa, comprando los ingredientes en lugar de platos ya preparados. El segundo sería empezar un huerto. La mayoría de las zonas urbanas tienen huertos comunitarios con parcelas disponibles a cambio de una pequeña cuota. Por el precio de unas pocas semillas, puedes cultivar una cantidad significativa de vegetales. Si eso no es posible, la opción más asequible probablemente es la de los programas de apoyo comunitario a la agricultura [Community Supported Agriculture, o CSA], en los que se obtienen los alimentos directamente del productor. [N. del T. Las CSA son programas que por lo general organiza el productor. En ellos, el consumidor se compromete a obtener los productos durante toda una temporada, y en ocasiones el pago se hace por adelantado para ayudar con la inversión inicial y adecuar la carga de trabajo al número de consumidores. Estos programas son muy exitosos en norte América y permiten obtener alimentos de temporada de la mejor calidad a precios incluso por debajo de los del supermercado. Sin embargo, el consumidor ha de entender que la disponibilidad de ciertos artículos es estrictamente estacional]. Muchas organizaciones de defensa de la justicia alimentaria están organizando programas para llevar alimentos de buena calidad a familias con pocos recursos, a precios asequibles. La primera prioridad es consumir alimentos saludables en tu dieta, y las otras dimensiones de sostenibilidad pueden ser apiladas si uno se lo puede permitir. Por ejemplo, es más importante consumir vegetales que consumir productos ecológicos.
¿Va a estar tu libro disponible en español? (pregunta de Blogdisidente)
De momento estoy trabajando en terminarlo. La traducción dependerá del éxito que tenga la versión en inglés. Por supuesto, darle un poco la paliza al editor una vez que el libro esté publicado seguro que ayuda 😉
Muchas gracias por las reflexiones. Me vienen a la mente algunos comentarios, algo inconexos entre sí al filo de las respuestas de Harry.
Concretamente la respuesta a mi pregunta me parece muy acertada y tendría que aplicarme más el cuento, muchas veces me dejo llevar demasiado por mi entusiasmo y por las ganas de “salvar el mundo”, lo que me acaba llevando a actitudes poco adecuadas. Con el tiempo y la convivencia estoy aprendiendo a respetar más a las personas que producen alimentos más allá de sus métodos y a valorar su trabajo aunque no lo hagan del modo que considero correcto. Importantes están siendo las “curas de humildad” que voy recibiendo de muchos vecinos, amigos y compañeros, y ahora tambien esta de Harry.
Sobre rentabilidad y productividad de la producción ecológica, conozco dos ejemplos muy cercanos:
Por un lado, un productor de hortaliza, de los pioneros en el estado español en la agricultura biodinámica, que hace ya varios años que su producción por hectárea en tomate y creo que tambien en pimiento, supera de largo la producción en industrial de otros agricultores de su misma zona.
A otro agricultor ecológico que conozco, que entre otros, produce forrajes (alfalfa), no le importa acabar vendiendo parte de su producción dentro de los canales industriales porqué el diferencial de costes-precio de venta le sigue resultando mucho más ventajoso.
Sobre los quebraderos de cabeza que lleva asociada la producción ecológica certificada, corroboro que es cierto. Un amigo está en proceso de reconversión de parte de sus tierras a ecológico y los papeleos que tiene que llevar y controles que tiene que hacer son una auténtica pesadilla. Personalmente lo veo un obstáculo al desarrollo de la AE, pero hay posibilidades de hacer las cosas distintas. Por un lado, se puede producir en ecológico sin certificar, con un buen diseño, los costes de producción disminuyen drásticamente para producciones iguales o superiores, por tanto la rentabilidad aumenta incluso vendiendo por canales convencionales. Por el otro, se están desarrollando iniciativas que se llaman de certificación de confianza, que se tratan de consensuar entre productores y consumidores el cómo se va a hacer la producción. De hecho, cualquier forma de acercamiento entre el agricultor y el cliente y la transparencia en los procesos de producción, ahorran papeleos y quebraderos de cabeza y ayudan a reducir precios de venta final.
Un equivalente a los CSA de EEUU que se está desarrollando en España es la existencia de la Red ARCo (Agricultura de Responsabilidad Compartida), una iniciativa de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), más información aquí: http://www.arcocoag.org/
Hola Pau,
Muchas «denadas» 😉
Creo que es muy normal y nos pasa a todos que a veces nos dejamos llevar por nuestras ganas de cambiar las cosas. Estoy también de acuerdo con Harry en que hay que dejar que las personas hagan la transición por sí mismas, si es que la quieren hacer. A base de ver cómo otros lo hacen, más que poniéndose a la defensiva frente a nuestras críticas. En mi humilde opinión, cualquiera interesado en prácticar el duro arte de la agricultura debería ser respetado por la sociedad. Sin comida obviamente no somos nada. La agricultura ecológica tiene claras ventajas para el productor, ya que puede así evitar la exposición a sustancias cancerígenas, que sin duda afectan a esta población en mayor medida que al resto.
Me ha parecido muy interesante el link que has puesto. Me lo miro con más calma, que tiene muy buena pinta.
Gracias Pau,
Monica,