Confesiones de un granjero industrial reformado, Parte 2

photoSeguimos con la entrevista de Carol Grieve de Food Integrity Now a Harry Stoddart, el granjero canadiense que tras comenzar su carrera utilizando las técnicas de la ganadería y agricultura convencionales, decidió “cambiar de bando” y adoptar los métodos del manejo holístico y la agricultura ecológica. Harry nos explica por qué no es necesario utilizar cultivos transgénicos para resolver el problema del hambre en el mundo. En lugar de utilizar los cultivos transgénicos, Harry propone que debemos restablecer la relación que existía antaño entre el productor y el consumidor.

De este modo podemos conocer cuáles son los métodos de cultivo y crianza de animales que utiliza, y asegurarnos de su integridad. Por último, Harry y Carol comentan lo importante que es votar con nuestros euros y comprar los productos en los que creemos a los productores en los que creemos. Os animo a todos a encontrar una granja cerca de casa y participar en esta revolución silenciosa. Y no olvidéis que todavía queda una parte más de la entrevista, y una ronda de preguntas y respuestas con Harry. Esta entrevista se ha traducido con permiso de Food Integrity Now.

Carol Grieve: ¿Qué opinas de la afirmación de que necesitamos los cultivos transgénicos para alimentar al mundo? ¿Tienes una respuesta para eso?

Harry Stoddart: ¿Es este un programa para todos los públicos?

Carol Grieve: Puedes decir lo que te plazca. [risas]

Harry Stoddart: Eso no son más que sandeces. Es una de esas falacias que flotan por ahí para intentar convencer al pueblo. Esencialmente intentan crear una narrativa que la gente se trague, para apoyar un lado frente al otro. La totalidad de la industria de transgénicos está intentando desviar la cuestión de si estas tecnologías son seguras argumentando que se necesitan para evitar que la gente pase hambre. ¿Cómo vas a oponerte a algo que va a ayudar a mejorar la situación del hambre en todo el mundo? Pero es que ese no es el caso, supongo que el primer lugar por donde empezar sería la civilización occidental. La estimaciones son que un 30 o un 40% de los alimentos que se recolectan en los campos nunca llegan al estómago de nadie. El 40% de los cultivos de maíz de norte América se van a la producción de etanol, y una porción de eso acaba como pienso de ganado, aunque aún así una buena cantidad de calorías está siendo desviada. Un porcentaje significativo de la producción de azúcar de caña se desvía hacia la producción de etanol. Cuando miramos a los países menos desarrollados la productividad está reducida significativamente respecto a lo que se podría obtener si utilizaran buenas prácticas de agricultura ecológica en términos de reciclado de nutrientes, compostaje y atención a la gestión del agua. Se podría doblar o triplicar la productividad en una buena parte de África si se utilizasen los principios del pastoreo intensivo rotacional. Se podrían empezar a recuperar zonas en los márgenes del desierto. Ahora mismo estamos perdiendo 1 millón de hectáreas al año por desertización.

Carol Grieve: ¿Podrías explicar ese término rápidamente para nuestros oyentes?

Harry Stoddart: Básicamente el ecosistema en los márgenes de los desiertos es muy frágil. Se les llama entornos frágiles, donde o bien llueve durante un periodo de tiempo muy corto o tarda mucho en llover. El ecosistema no está en equilibrio pero hay vegetación. Tan pronto como empiezas a perturbar el suelo, el suelo perturbado no absorbe agua ni de lejos tan bien como el suelo que se deja sin perturbar. En cuanto empiezas a arar esas zonas, y a plantar grandes monocultivos, terminas por perder la capacidad de obtener cultivos. Como no tienes suficiente humedad, la materia orgánica se consume, y las bacterias y otras formas de vida que están en el suelo y que son necesarias para el crecimiento de las raíces desaparecen. Éste es probablemente uno de los mayores retos a los que se enfrenta la agricultura hoy en día. La cantidad de tierras de cultivo de que disponemos está disminuyendo, y no estamos hablando solo del África subsahariana. Estamos hablando de Estados Unidos, en los márgenes de los desiertos más importantes del sureste. Australia, Asia central, es un fenómeno global que va a tener un impacto mucho mayor en nuestra capacidad para alimentarnos que los incrementos marginales que la biotecnología está desarrollando hoy en día. De hecho, aquí en Ontario existe un programa de seguros para los cultivos, que es un seguro que los granjeros pueden comprar que les paga si su productividad es menor que la productividad promedio histórica a largo plazo. Solían aplicar un ajuste que tenía en cuenta que hace 10 años la productividad era menor, de modo que ajustaban las productividades históricas para compensar y calcular cuál habría sido la productividad hoy. Desde la introducción de la soja Roundup Ready han discontinuado esta práctica porque las productividades han dejado de crecer. No estamos viendo ningún progreso. El maíz Bt ha producido ventajas en la productividad pero la tolerancia a herbicidas ha desviado millones de dólares en investigación sobre cultivos industriales para añadir una característica que no tiene ningún valor para la sociedad, y que además añade riesgos de seguridad a nuestro sistema alimentario.

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Lana secando al sol en The Stoddart Family Farm. Fotografía por Harry Stoddart.

Carol Grieve: Entonces, ¿cuál piensas que sería la solución para recuperar esta degradación medioambiental en forma de desertización?

Harry Stoddart: Desde mi punto de vista el fallo fundamental es que tenemos un sistema en el que se trata a la comida como si fuera una materia prima. Se compra y vende en base a su precio y unos parámetros de calidad muy básicos. No existen mecanismos en el mercado para transmitir valores. Así que los consumidores que quieren asegurarse de que la comida que están comiendo no ha causado desertización, o no ha resultado en la pérdida de selva tropical, o contaminado un río importante, no tienen ningún modo de hacerlo. La certificación ecológica fue un intento de conseguir esto, pero desde que esta certificación se codificó en una serie de reglas, los principales proveedores de alimentos ecológicos en Estados Unidos son ahora  grandes multinacionales como General Mills, seguida de cerca por Kellogg’s. Y estas multinacionales no se han metido en el negocio de los alimentos ecológicos por los principios del movimiento ecológico, lo han hecho por los beneficios. Por eso van a recortar por donde puedan aunque aún estén cumpliendo con las regulaciones. Desde mi punto de vista, la pieza que falta aquí es restablecer la conexión entre el consumidor y el granjero. La mayoría de los granjeros entendemos qué es lo que está pasando. No nos gustan todas las decisiones que tomamos. Pero para sobrevivir en este negocio debemos trabajar con márgenes muy pequeños y si nuestros competidores están dispuestos a hacer esos recortes, tenemos que igualarlos o nos quedamos fuera. En cambio cuando restableces la conexión entre los consumidores y los granjeros, puedes comenzar una conversación sobre esos valores y puedes crear una nueva cadena de suministro, en nuestro caso con la venta directa al consumidor en el área metropolitana de Toronto. Los consumidores pagan más, pero saben exactamente lo que hacemos desde el punto de vista medioambiental. No utilizamos pesticidas, hacemos todo lo posible en lo que respecta al secuestro del carbono, plantamos más árboles y tratamos a los animales de una forma más compasiva. Nuestra granja es un libro abierto para nuestros clientes. Hemos creado una relación en la que ellos se comprometen con nosotros a comprar durante un año y nosotros nos comprometemos con ellos a producir la comida que vendemos utilizando un conjunto de valores que tenemos en común. Eso no lo puedes hacer si tienes una cadena de suministro enorme con un empaquetador de carne gigantesco y un supermercado gigantesco entre el consumidor y el productor. En ese caso los valores se pierden y es imposible establecer una comunicación. En mi opinión la mayor ventaja del movimiento local, o movimiento “locávoro”, es la recuperación de esa conexión entre el consumidor y el productor y de la conversación acerca de un conjunto de valores comunes.

Carol Grieve: Exacto, creo que has dado en el clavo con lo que acabas de decir. Y pienso que es muy importante para el consumidor saber de dónde viene su comida. Al ir al mercado de productores y establecer una conexión con los granjeros, volvemos a los básicos y eliminamos la necesidad de importar. Háblanos un poco sobre tu libro, “Real dirt: Confessions of a reforming industrial farmer”. ¿Por qué lo escribiste?

Harry Stoddart: En realidad el libro se originó a partir de nuestra interacción con los consumidores. Pasábamos mucho tiempo teniendo este tipo de conversaciones con gente, a medida que trataban de entender qué hacemos, por qué es importante y por qué deberían preocuparse por ello. Mi mujer y yo hablábamos con la gente en el puesto del mercado, y publicábamos un boletín informativo que mandábamos a unas 1000 personas cada mes, donde yo escribía artículos que estaban obteniendo muy buena acogida. La gente decía que nunca habían pensado sobre todo esto de ese modo, o que no sabían ciertas cosas. Por eso empecé a pensar en escribir un libro. El mayor problema con el sistema industrial ahora mismo es que por un lado están los activistas gritando y por otro está el sistema industrial rebatiendo. Pero no existe una verdadera conversación acerca de por qué los activistas están en contra de ciertas cosas, y dónde podríamos encontrar un punto medio, o dónde hay soluciones. Lo que yo intento es ser un poco ese punto medio, ofreciendo mi perspectiva como alguien que lo ha hecho prácticamente todo tanto en el lado convencional como en el ecológico. Tengo mi propia opinión acerca de qué tenemos que hacer para seguir adelante e intentar informar al consumidor. Desde mi punto de vista el consumidor es el único que tiene la fuerza suficiente para cambiar la industria agrícola. No vamos a cambiarla a fuerza de legislaciones, ni marchas en Washington o Ottawa. Los consumidores son la fuerza que va a cambiar la industria. Pero a no ser que los consumidores estén educados acerca de las decisiones que están tomando, no tienen manera de saber el impacto que pueden tener y qué pueden influenciar, o ni siquiera qué decisiones deberían tomar. Así que ése es el hueco que estoy intentando llenar con este libro. Es una visión desde dentro sobre la información que los consumidores necesitan conocer para poder montarse en este barco y asegurarse de que vamos a tener un suministro de alimentos en el futuro en el cuál podamos confiar.

Carol Grieve: Estoy de acuerdo, no existe una conversación entre el granjero convencional y el granjero ecológico. Parece como si cada lado se limitara a decirle al otro que están equivocados. Por eso aplaudo tus esfuerzos.

carol-thumbCarol Grieve es la presentadora del programa de radio de Food Integrity Now. Carol es instructora de wellness, educadora en temas de alimentación, activista y artista. Food Integrity Now presenta a los invitados más influyentes en el movimiento por un cambio positivo y por una mayor integridad en el suministro de alimentos a nivel global. Su objetivo es proporcionar información precisa y de actualidad sobre temas relacionados con la alimentación y la salud.

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3 opiniones en “Confesiones de un granjero industrial reformado, Parte 2”

  1. Aquí dejo una pregunta para Harry:

    Antes de nada, muchas gracias por atender las preguntas de los lectores de blogdisidente. Vivo en una zona con mucho cultivo de cereales en secano. La mayoría, sinó todos, se dedican al cultivo industrial (tienen verdadera afición al glifosato, lo usan como si fuera agua) y salta a la vista que los suelos están perdiendo vitalidad año tras año, habiendo campos que sufren graves problemas de erosión; sin embargo, casi todos los huertos domésticos los trabajan con métodos ecológicos, parece que lo que vale para una cosa, no les vale para otra. ¿Que estrategia de aproximación podrías aconsejar para ayudar a que estos agricultores diesen el salto? ¿Que argumentos fueron los que te convencieron a ti para reformar tus métodos de trabajo?

    1. Hola Pau,
      Me alegra verte por aquí 🙂
      Le paso tu pregunta (por cierto, buenísima) a Harry. Publicaré todas las respuestas en un post después de que saque también la tercera parte en unos pocos días.
      Saludos,
      Mónica.

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