Q&A con Don Ruzicka, Parte 5: ¿Podemos alimentar al mundo?

Dark-Blue-Dragonfly-sitting-on-Grass_Close-Up__42172-480x305¿Podemos alimentar al mundo entero utilizando métodos de agricultura sostenibles? Esta es la pregunta en la mente de todos cuando consideramos nuevas propuestas para la producción de alimentos. Mi amigo Josep ha tenido el coraje de planteárnosla. También quiere saber si en un clima extremo como el de Ciudad Real es posible aplicar los principios del manejo holístico.

Antes de dar paso a Don me gustaría comenzar el debate con una idea. Si hay algo que sabemos seguro es que los métodos no sostenibles, por definición, no pueden alimentarnos a largo plazo. El deterioro progresivo del suelo provocado por las prácticas modernas de cultivo es un hecho comprobado que no podemos ignorar. Así que debemos encontrar alternativas. Pienso que la dificultad principal está en que estas técnicas requieren paciencia y mucho saber hacer. Nada que no podamos superar con la ayuda de los que ya lo están haciendo, como Don. Veamos qué opina él al respecto.

Aunque creo que es necesario que las técnicas de la agricultura moderna sean más sostenibles, siempre tengo la misma duda cuando me informo sobre alguna de las alternativas: ¿es aplicable a gran escala? Es decir, ¿sería posible producir toda la comida requerida en la actualidad en el mundo mediante el manejo holístico?  Me gustaría conocer la opinión de Don al respecto. (pregunta de Josep) 

Todos tenemos nuestros propios valores, opiniones y experiencias que dan forma a nuestra visión de cómo será el futuro. Hasta ahora no he mencionado mucho sobre por qué hemos escogido gestionar nuestra granja siguiendo este modelo a pequeña escala. Cuando nos mudamos a esta propiedad en 1983, mi objetivo era el de convertirme en un granjero a gran escala y cultivar muchas hectáreas de cereal. Cada verano talaba árboles y drenaba humedales, cenagales y pantanos. Esto me permitía dedicar más hectáreas a la producción de cereales. Me dí cuenta de que el cereal que estaba produciendo no me daba para pagar las facturas y que cada año debíamos más dinero. 

En 1995 y 1996 asistimos al curso de manejo holístico. Durante el curso aprendimos que necesitábamos todas esas ciénagas y pantanos, ya que proporcionan un hábitat para la fauna salvaje. Si has leído mis respuestas a las preguntas anteriores, te darás cuenta de que valoro enormemente todo aquello que la naturaleza nos ofrece. 

No me canso de enfatizar que la agricultura depende de la naturaleza, y por lo tanto si queremos entender cómo funciona la agricultura necesitamos entender cómo funciona la naturaleza. 

Los pájaros y las libélulas controlan la población de saltamontes en nuestros pastos. Sin ellos no podríamos producir de forma ecológica ya que los pesticidas químicos no están permitidos en la agricultura ecológica. Las sustancias químicas eliminan los saltamontes pero también matan a los pájaros y a los insectos polinizadores.   

Los insectos polinizadores están muy arriba en nuestra lista de prioridades en lo que se refiere a la biodiversidad. Sin polinizadores:

  • perderíamos un tercio de nuestra dieta

  • perderíamos prácticamente toda la comida de alto contenido nutritivo

  • la mayoría de los ecosistemas terrestres colapsarían

  • importantes especies vegetales que proporcionan ingredientes para la fabricación de medicinas desaparecerían

  • la biosfera dejaría de filtrar el aire y el agua tanto para nosotros como para la fauna salvaje

Factores como el desarrollo urbano incontrolado, la intensificación agraria, el mal uso de sustancias químicas y la introducción de patógenos están diezmando la población de especies polinizadoras. 

Cuando viajo por zonas agrícolas observo que las granjas de cereales se están volviendo más y más grandes. Antes se consideraba que una granja de 5000 hectáreas era grande. Ahora, una granja grande aspira a tener 10000 hectáreas. También están haciendo lo mismo que hice yo cuando empecé a cultivar; eliminar humedales, ciénagas y pantanos. Están perdiendo biodiversidad. Puede que pronto empiecen a notar que sus cultivos no producen tanto como solían, a medida que pierden insectos polinizadores debido a todo el hábitat que ha desaparecido. Puede que empiecen a notar que el nivel freático de los acuíferos baja y hay más sequía.  

Cuando se drenan ciénagas y pantanos, el agua desaparece rápidamente sin filtrarse a través del suelo, reponiendo los acuíferos. Los granjeros que realizan esta práctica puede que obtengan una buena producción durante un tiempo, pero en seguida se darán cuenta de que necesitan esas ciénagas para recoger el agua y que ésta pueda filtrarse a través del suelo. Los árboles forman parte del ciclo hidrológico. Cuando cortamos árboles, este ciclo se ve afectado y los patrones de lluvia pueden verse afectados negativamente. 

En mi opinión, si queremos que las futuras generaciones puedan disfrutar del placer de comer, necesitamos tener más granjas que se gestionen utilizando los principios del manejo holístico. Los granjeros pequeños tienen un mayor conocimiento de aquello que vive en sus tierras. Cuando deciden cuidar la tierra, comienzan a andar un camino hacia la producción de alimentos de forma sostenible, de modo que aquellos que vengan después sean capaces de hacer lo mismo. 

Los acuerdos de libre comercio resultan en la producción de los alimentos más baratos al menor costo posible. Si los grandes granjeros fueran recompensados económicamente por “cuidar la tierra”, tendrían la opción de hacer un buen trabajo a la hora de mantener e incrementar la biodiversidad. Sin embargo, en los mercados globales necesitas poner, en la mayoría de los casos, el precio más barato de lo que sea que estés vendiendo. 

Los pequeños granjeros no reciben subsidios del gobierno por cuidar de la tierra. En lugar de esto, pasamos el costo al consumidor en el precio que cobramos por nuestro pollo, vacuno y cerdo. Les animamos a que vengan a visitar la granja durante 2 o 3 horas. Cuando ven cómo criamos el ganado y respetamos la tierra, entienden que esto supone un gasto para nosotros. Si no les pasáramos este costo a ellos a través de la comida que ellos compran, no seríamos capaces de ganarnos la vida. 

Desde los años 1950s ha habido una migración continua de gente que vendía sus pequeñas granjas y se mudaban a las ciudades. A medida que las granjas se hacen mayores, cada vez hay menos granjeros, menos niños en las escuelas, y menos gente que apoye los negocios locales. Muchas áreas rurales están teniendo que cerrar escuelas, cerrar iglesias, cerrar organizaciones de voluntarios, todo debido al abandono de las granjas y al éxodo a las ciudades.  

Las ciudades se saturan, con incrementos en los problemas sociales al tiempo que llega aún más gente de las áreas rurales. Como cada vez hay menos comida producida localmente, nuestras poblaciones se vuelven más dependientes de los suministros globales provenientes de todo el mundo. 

Debemos preguntarnos qué es lo que ocurriría si esos alimentos que vienen de fuera del país dejaran de hacerlo. Si tuviéramos pequeñas granjas como parte de la “economía local” podríamos resolver estos problemas. Tiene que haber un apoyo político, lo cual no está ocurriendo. La única solución que se me ocurre es encontrar consumidores que valoren los alimentos producidos localmente y la salud de la tierra. Esto servirá para sostener a las comunidades rurales y para proporcionar trabajo para la población de las áreas rurales. Hay mucha gente jóven que quiere dedicarse al campo. El día que encontremos la manera de que comiencen a cultivar la tierra, estaremos dirigiéndonos en la dirección adecuada. 

Un nueva migración tiene que comenzar en la que la gente deje las ciudades y vuelva a los pueblos, apoyando las economías rurales que producen comida para la comunidad. Creo que la mejor manera de describirlo es “renovar el campo”. No es fácil, pero es posible. 

Esta cita de Margaret Wheatley describe lo que es necesario para poder llegar a ese punto:

“No hay un modo más poderoso de iniciar un cambio significativo que comenzar una conversación. Cuando una comunidad de personas descubre que comparten las mismas preocupaciones, el cambio comienza. No hay poder mayor que el de una comunidad descubriendo qué es lo que le preocupa”. 

¿Es posible utilizar el manejo holístico con otro tipo de climas? El clima de Ciudad Real es bastante extremo: relativamente frío en invierno (mínimas de 10 C bajo cero y máximas de 10 C) y bastante caluroso en verano (mínimas 24 C de y máximas de 40 C). Debido a las temperaturas el pasto suele estar seco durante gran parte del año. ¿Existen experiencias en estas condiciones? (pregunta de Josep) 

Aquí tenemos un clima extremo también. Tenemos temperaturas tan bajas como 40 C bajo cero en invierno y máximas de 35 C en verano. Nuestro invierno puede empezar a principios de noviembre y durar hasta finales de abril. Hoy es 16 de abril y todavía hay 30 cm de nieve en el suelo y 23 C bajo cero por la noche. 

La mayoría de los granjeros o bien cultivan cereal o vacuno o ambos. Muy pocos crían cerdos, pollos, pavos, gallinas ponedoras y vacuno como hacemos nosotros. Al igual que la naturaleza es diversa, nosotros creemos que nuestra granja ha de ser diversa. La temporada más ajetreada para nosotros va desde el 1 de mayo hasta finales de septiembre.  

Dejamos suficiente pasto sin consumir como para poder alimentar al ganado bien entrados enero y febrero. Normalmente acercamos el ganado a la casa cuando nieva mucho porque los animales pierden forma física si tienen que buscar la hierba entre la nieve al tratar de comer para mantenerse calientes. Este año trajimos el ganado a casa para alimentarlo con balas de heno el 7 de enero. Volverán a los pastos el 1 de mayo y comenzarán a parir en la tercera semana de mayo. También compramos balas de heno a otros granjeros. Cuanto más tiempo podamos alimentar en pastos, menos tendremos que comprar y más beneficios podremos obtener del ganado vacuno. 

Cuando las condiciones de crecimiento son buenas, rotamos el ganado a través de las parcelas de pastos en un período de 50 o 60 días. Si hay sequía, incrementamos la rotación a 70 u 80 días. La hierba y leguminosas madurarán en exceso, lo que significa que el ganado dejará más cantidad sin comer. Este forraje proporciona una cubierta para el suelo que actúa como aislante, manteniendo el suelo fresco y evitando la evaporación. Incluso en épocas de sequía. Utilizando este método, obtenemos algo de crecimiento con niveles de lluvia mínimos. Si el pasto se consume en exceso, se seca rápidamente y no vuelve a crecer. 

Incluso durante una sequía, normalmente hay suficiente pasto para los cerdos y las aves, que es con lo que obtenemos la mayor parte del beneficio. Llevamos trabajando de este modo desde 1996 y siempre conseguimos que funcione. Mucha gente que visita la granja me dice que no quieren trabajar tan duro. A mí no me importa el trabajo ya que encuentro mucha satisfacción en ello y hago mucho ejercicio, que es bueno para la salud. Además, ¡la comida es estupenda! 

Creo que es posible utilizar técnicas de manejo holístico en cualquier clima. Hace un tiempo le envié a Mónica un link de un vídeo de una charla que dió Allan Savory y que creo que a mucha gente le abrirá los ojos. Puede que te proporcione una respuesta mejor de la que yo te he dado. 

Espero que os hayan gustado las respuestas de Don. En su correspondencia me decía que quería agradecer a los lectores de blog disidente por sus excelentes preguntas. También comentaba que no pretende tener respuestas a todos los problemas, pero que su experiencia le indica que éste es el camino. Desde blog disidente os animo a continuar con este interesante debate en los comentarios. ¡Todas las ideas son bienvenidas! 

También pongo aquí el enlace al vídeo de Allan Savory al que se refiere Don. Hace unos días Quique Pastor preguntaba por los subtítulos en español de este mismo vídeo. Afortunadamente ya están disponibles en la web de Amara. Os recomiendo encarecidamente que lo veáis.

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13 opiniones en “Q&A con Don Ruzicka, Parte 5: ¿Podemos alimentar al mundo?”

  1. Buenas de nuevo 🙂
    Como siempre, muy interesantes las reflexiones de Don.
    El debate de «hay que alimentar al mundo», en mi opinión, parte ya de una premisa errónea y con un cierto tinte paternalista, y es que «nadie» tiene que alimentar al mundo. Es EL MUNDO el que tiene que alimentarse a si mismo, tal y como ha sido siempre. Es cada comunidad, cada pueblo, cada comarca, la que tiene que alimentarse a si misma. Si acaso, se trata de poner en marcha mecanismos de solidaridad para que, ante determinadas catástrofes, las comunidades afectadas puedan recibir ayuda para recuperarse rápidamente y mantener un mínimo aporte de alimentos para que un hecho puntual no se convierta en una hambruna devastadora. Esto no solo es posible hacerse con métodos sostenibles, sinó que es imposible hacerlo de otro modo. La industrialización del campo nunca ha tenido el objetivo de alimentar al mundo, sinó que su objetivo ha sido generar ganancias económicas crecientes y si ya de paso se da de comer a alguien, pues bien.
    Ciertamente es mucho más eficiente y diverso 1000 explotaciones familiares de 10 Ha, que una de 10000.
    Muy importante tambien lo que dice Don, las trágicas consecuencias de la industrialización del campo, en forma de despoblación que lleva cierre de escuelas, de centros médicos, desestructuración de comunidades… un círculo vicioso en el que la despoblación causa la desaparición de servicios básicos, que acaban causando más despoblación.
    Saludos.

    1. Hola Pau, gracias por el comentario. Me parece todo muy acertado. Creo que la pregunta de «alimentar al mundo» iba más por un tema de producción. Es decir, ¿es posible producir toda la comida que se necesita para alimentar a la población global de un modo sostenible? La respuesta de las corporaciones desde luego es un no. Entiendo que este tema tiene una relación con las cuestiones de ayuda solidarias, tal y cómo mencionas. Y estoy totalmente de acuerdo contigo en que 1000 explotaciones pequeñas de 10 hectáreas producen más que una explotación de 10000 hectáreas. Los métodos de producción que trabajan con la naturaleza en lugar de en contra ella siempre producen más. Creo haber oído a Joel Salatin decir que su terreno alimenta 4 veces más vacas por hectárea que el de sus vecinos (gracias a la gestión adecuada de los pastos).
      Saludos,
      Monica.

  2. Buenas,
    Mi comentario venía porqué los términos en que se plantean ciertos debates los condiciona ya de entrada.
    Creo que es crucial tomar consciencia de como usamos el lenguaje y de como lo usa «el enemigo», para tener en todo momento el control del discurso y poder centrar los debates hacia lo que es realmente importante, sin dejarnos condicionar por la forma en que se plantean las preguntas.
    Un abrazo.

    1. OK, queda claro 🙂
      Yo sigo pensando que la pregunta de si se puede producir suficiente comida para todos, pongamos por ejemplo en España para no ir a temas más profundos, siguiento métodos sostenibles es una pregunta muy válida que debemos discutir, ya que mucha gente piensa que no se puede (no es mi caso). Sin embargo, las experiencias de gente como Joel Salatin parecen indicar que sí que se puede, incluso mejor que con metodos modernos de producción. Si consiguiéramos que esta idea fuera aceptada por la sociedad estaríamos en una situación mucho mejor, donde no utilizaríamos organismos genéticamente modificados mientras no se demostrase sin atisbo de duda que no son perjudiciales para la salud y el entorno, y donde mucha más gente estaría dispuesta a gastarse unos duros más en un producto ecológico.
      Un saludo,
      Monica.

  3. Buenas noches a todos,

    Antes que nada me gustaría agradecer a Don sus rápidas y educativas respuestas y a Mónica por crear el blog, ya que creo que con el podremos todos aprender mucho.

    No ha sido mi intención en ningún momento emplear ningún todo agresivo ni creo que sea un debate que se deba de formular en términos de amigos y enemigos, ya que con ese punto de vista podemos perder objetividad. Ante todo quiero que quede claro que estoy de acuerdo en que los métodos de producción de comida (y esto sería extensible a cualquier actividad humana) deberían ser sostenibles, ya que por definición el uso continuado de métodos no sostenibles nos lleva necesariamente al colapso.

    Aún así creo que mi duda es lícita. Si comparamos una explotación ganadera intensiva con la propuesta de Don, intuitivamente parece que algunos de los requisitos del manejo holísticos van a ser mayores, especialmente la necesidad de mayor superficie por animal. Esto, puede que no sea así en realidad, si se integran las superficies requeridas para el cultivo de su alimentación, aunque lo desconozco. Siguiendo el razonamiento, en el caso de que el estos requisitos fueran mayores, es posible que éste fuese un factor limitante en algunas regiones por lo que el uso de este tipo de métodos debería traer asociado un cambio de costumbres alimentarias (lo que, por otra parte puede que hasta sea saludable). Por ello me parece muy interesante no conocer sólo las ventajas de cualquier método, sino también sus limitaciones.

    Reitero que no es mi intención crear ninguna polémica, sino tan solo conocer mejor el potencial de métodos de producción más sostenibles.

    Un saludo a todos

    Josep

    1. Hola Josep,
      Bienvenido a Blog disidente! Te agradezco que tomes parte en este debate, que considero de lo más interesante. Creo que tu comentario tiene dos partes:
      1) ¿Requiere más recursos la producción de carne que el cultivo de cereales? Para esto te dirigiría a Joel Salatin. En concreto puedes encontrar su opinión en la segunda parte de la entrevista que traduje hace unas semanas: https://blogdisidente.com/2013/02/08/confesiones-de-un-granjero-lunatico-parte-2/. Joel afirma que los estudios que dicen que hacen falta más recursos para criar vacuno que para cultivar cereal están considerando exclusivamente datos provenientes de explotaciones intensivas en confinamiento, donde se alimenta a los animales con cereales, que no es su dieta natural. Su premisa es que los herbívoros como vacas, cabras y ovejas no deberían comer cereales, al menos no como parte primordial de la dieta. Si estos animales se alimentan en pastos la superficie utilizable para la producción de alimentos de hecho aumenta, ya que mucha de la tierra no arable es accesible para ellos. Además, aplicando los principios del manejo holístico se puede regenerar la fertilidad de la tierra, en lugar de agotarla como ocurre con el cultivo industrial de cereales.
      2) ¿Es comparable el número de animales criados en una granja sostenible como la de Don al que se podría criar utilizando métodos industriales intensivos en la misma superficie? Aunque no tengo una respuesta contundente, se debe tener en cuenta no sólo todo el cereal que los animales comen en este tipo de instalaciones intensivas (y la superficie en la que este cereal se cultiva), sino el uso de pesticidas y medicaciones, si se usan, así como el costo para la salud pública derivado del consumo de animales enfermos, y el enorme costo medioambiental. Si todos esos factores se tienen en cuenta muchos piensan que la manera industrial intensiva de criar ganado sale mucho más cara y es mucho menos eficiente.
      Saludos y espero que vuelvas por aquí 😉

      1. Hola Mónica,
        Muchas gracias por tu respuesta. Le echaré un vistazo a la entrevista de Joel cuando tenga un ratillo, ya que el tema de los requerimientos de espacio en función de la dieta me interesa mucho. Como idea general siempre he pensado más eficiente, teniendo en cuenta parámetros puramente energéticos (es decir de cantidad de calorias aprovechables en función de la superficie empleada) una dieta con mayor porcentaje de vegetales. Para esto siempre he hecho una analogía con su equivalente energético (por ejemplo, para producir calor y es más eficiente utilizar la madera para quemar que no utilizarla para producir energía electrica y luego utilizar una estufa). Es verdad que todo va a depender de los recursos disponibles en cada caso (por ejemplo, la posibilidad de utilizar tierras de retiro aumenta los recursos para la producción de carne) y también hay que tener en cuenta que nuestras necesidades alimentarias no son puramente energéticas, sino nutritivas. En definitiva, que es un problema difícil y muy interesante.
        En cuanto a las necesidades de espacio en función del tipo de instalación, mencionas cosas que no tengo claro si se deberían incluir en su estimación. Factores como el uso de medicaciones o pesticidas, o el consumo de animales enfermos consumirán recursos económicos y tendrán costes mediambientales, sociales y de salud pública, aunque no creo que vayan a influir mucho en la superficie necesaria para su cria.

        Saludos (y aquí me verás con bastante asiduidad.

    2. Buenas Josep,
      Lamento que te haya podido sonar agresivo mi mensaje, no era mi intención.
      Cuando hablaba de «el enemigo» no lo decía en sentido literal, me venía a referir a los defensores de una agricultura cada vez más industrial y a todos aquellos que, por intereses varios, se oponen a la producción sostenible.

      Otro de los problemas que no se suele tener en cuenta cuando se habla de la ganadería industrial, es el enorme problema que supone la gestión de los excrementos (o peor aun, la no-gestión) y los residuos de mataderos, y los riesgos de contaminación de las aguas y de toda la cadena alimentaria con bacterias fecales, nitratos… Estos residuos tienen tratamientos muy costosos en energía y en superficie y este problema es directamente atribuible al confinamiento. Con un manejo extensivo, ya sea manejo holístico o pastoreo, no solo dejan de ser un problema sinó que se convierten en una bendición, mejorando los suelos, colaborando a la reproducción de muchas especies vegetales, etc…
      Un ejemplo de la grave contaminación que suponen los residuos de granja intensiva lo encontramos en Osona, la comarca catalana con más producción de porcino, en la que todos los acuíferos se encuentran seriamente contaminados por nitratos.
      Otro ejemplo ilustrativo es la regresión que han sufrido muchas especies de plantas debido a la casi desaparición de la ganadería transhumante en el Pirineo.
      Un abrazo.

      1. Gracias Pau,
        Tu comentario es muy acertado. El problema que tenemos es que se atribuye a toda la ganadería una serie de problemas que no existen con el manejo holóstico. La alternativa que se propone de forma habitual es el vegetarianismo, pero si las plantas se cultivan de forma industrial los problemas son los mismos, aunque haya menos maltrato animal y excrementos. Los herbicidas/pesticidas también contaminan, y mucho. Creo que ésta es la idea clave de esta discusión.
        Gracias,
        Monica.

  4. Buenas Josep!
    Estoy de acuerdo en que los factores de salud pública y medioambientales no tienen relación directa con el nivel de producción de las instalaciones industriales, pero sí que suponen un costo público enorme que no se incluye en el precio final del producto, sino que es algo que pagamos todos a través de los impuestos. Por lo tanto influye en la eficiencia del sistema en su conjunto, aunque no en la productividad, al menos a corto plazo.
    El problema de utilizar cereal en lugar de carne para alimentarnos es que el cultivo de cereal de forma masiva no es sostenible. La cria de ganado sí lo puede ser, si se hace de la manera adecuada. Intentaré encontrar más cifras para áveriguar si realmente la cría sostenible de ganado puede proporcionar una parte sustancial de la dieta humana.
    Un saludo,
    Monica.

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